MÍRAME

 

Las sobras de la Última Cena dáselas a los pobres

P. Casariego Córdoba

 

Vengo a ti,

a ti, que consigues que lo poco crezca

para compartir la nada con nosotros

y alimentas al que tiene hambre

y calmas la sed del mundo.

 

Vengo a ti,

buscando un cielo que invada mi infierno

y lo purifique con el pico de una jarra de agua bendita,

que anuncia

la metamorfosis de las orugas

con sangre negra en sus alas.

 

Mírame,

estoy aquí,

me entrego a la huella de tu boca,

herida abierta en los mil cristales

de tu saliva.

 

Eres el único verde

en el desierto de mis días,

oasis de agua en la sequedad de mis noches.

Soy el dolor que necesita de tu medicina

porque mi mirada solo es sierva de tu luz.

 

Y tú,

solo me entregas

un cheque,

firmado en falso.



Comentarios

  1. Vengo por tu huella en mis rebeldías, Dory. Gracias por localizarme y quedarte en mi blog. Te diré que a mí también me gusta Casariego y que tu poema me ha acercado bastante a su misticismo. Ánimo con esta andadura que comienzas. Saludos

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Puedes comentar aquí

Entradas populares de este blog

Tu presencia

ESCUCHO A MI CUERPO

EN EL VACIO DE TU LUZ