MÍRAME
Las sobras de la Última Cena dáselas a los pobres
P. Casariego
Córdoba
Vengo a ti,
a ti, que consigues que lo poco crezca
para compartir la nada con nosotros
y alimentas al que tiene hambre
y calmas la sed del mundo.
Vengo a ti,
buscando un cielo que invada mi infierno
y lo purifique con el pico de una jarra
de agua bendita,
que anuncia
la metamorfosis de las orugas
con sangre negra en sus alas.
Mírame,
estoy aquí,
me entrego a la huella de tu boca,
herida abierta en los mil cristales
de tu saliva.
Eres el único verde
en el desierto de mis días,
oasis de agua en la sequedad de mis
noches.
Soy el dolor que necesita de tu medicina
porque mi mirada solo es sierva de tu
luz.
Y tú,
solo me entregas
un cheque,
firmado en falso.
Vengo por tu huella en mis rebeldías, Dory. Gracias por localizarme y quedarte en mi blog. Te diré que a mí también me gusta Casariego y que tu poema me ha acercado bastante a su misticismo. Ánimo con esta andadura que comienzas. Saludos
ResponderEliminar