EN EL VACIO DE TU LUZ
En un cofre de agua guardé el dolor provocado por los vértices de tus ángulos. El arca viaja siempre entre mis brazos, y la brisa de otro tiempo teje una red de hilos en mi memoria. Para no olvidarte nunca, para quedarme siempre contigo, anoto en el libro de los muertos semblanzas de tu biografía, y una cascada de lágrimas brotan del cristal de mis ojos. Con ellas cubro el cuadrado de arena que seca la sonrisa del aire. Nada cambia. La noche se hace día, entre mis manos. Relato solidario con la Asociación Cinco palabras