ESCUCHO A MI CUERPO
Te doy cobijo
A cambio
me darás el bosque
para respirar tu sosiego
y el océano bravo
para beber de tu aire
más salvaje
Me alimentarás
sin exceso
Deberás frotar
el yeso
y pulir el barro
Si es preciso
Cuidarás los pilares
para que nada se derrumbe
antes de tiempo
para que cuando llegue la hora
y te marches
con la memoria satisfecha
de quien aquí fuiste
puedas decir felizmente adiós
antes de entregarme
al sepulturero
Una vida plena es lo que hace un final plácido. Un abrazo
ResponderEliminar