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Tu presencia

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  La tarde se vierte           |sobre la marisma| abstrae la coreografía de las grullas              |con sus quejíos|                         se vuelve plomizo el mar Las gaviotas buscan su tesoro              |entre las algas|                                                         |se alimenta la noche|                      y regresa tu estela para mí El vapor de tu sonrisa                                               |me sabe a sal| y los pétalos de tus manos        |cuando me rozas|                                                        |con el aroma de tu pelo|                     son agua para la sed de mis oídos

Mis horas

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  Autora de la imagen: Mascab Anoche vagué                        |entre las sombras| sin rumbo que marcara mis pasos En el pecho  solo la  esperanza                                                  |latía con cada aliento| La oscuridad me guiaba con su mirada  sexi                                                  |a través del mar| Crucé sobre el  azul  de las olas sin perder el  optimismo  ni el deseo  de descansar_en      tu regazo Mi  vitalidad  no era tan fuerte el vagabundeo se detuvo en una orilla                              |sobre el abismo negro|                        de mis horas

Dicen

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  por entonces la lluvia embarró la tarde el folio blanco perdió luz los sauces_como locos   |sin trino alguno| y las ventanas (vecinas)       de verdes_como ramas     \a punto de la rotura\   el aire // asfixiado por-sí-mismo ahogados todos                  |por lo viciado de sus jadeos|   el noticiero      como_rojo        (sangre) negra como el esputo        a punto de salir      (pero aún)      |en el neumónico pecho|   se abandona la desidia en las palmas de unas manos y las hienas ríen     (siempre)                                                          |donde muere lo amado|   saldrá el sol       (dicen)

LA DECEPCIÓN

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  Hay una negrura en el ocaso una sombra esperando su luz la noche avanza y el infinito dibuja miedos.   Mi llanto se columpia en las ramas del sauce , las lágrimas recorren sus hojas, besan la arena .   La tristeza vuelve a mostrar los cuchillos, decepciones, heridas abiertas en sangre, desengaños en torrentes.   Habitaré mi pirámide . Cerraré las ventanas. Mi brújula no indicará el norte. Ya no espero a la diosa del amanecer ni a su estela boreal . Poema solidario con la Asociación  Cinco Palabras

ESCUCHO A MI CUERPO

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    Te doy cobijo A cambio me darás el bosque para respirar tu sosiego y el océano bravo para beber de tu aire más salvaje   Me alimentarás sin exceso Deberás frotar el yeso y pulir el barro Si es preciso   Cuidarás los pilares para que nada se derrumbe antes de tiempo para que cuando llegue la hora y te marches con la memoria satisfecha de quien aquí fuiste puedas decir felizmente adiós antes de entregarme al sepulturero

EN EL VACIO DE TU LUZ

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En un cofre de agua guardé el dolor provocado por los vértices de tus ángulos. El arca viaja siempre entre mis brazos, y la brisa de otro tiempo teje una red de hilos en mi memoria. Para no olvidarte nunca, para quedarme siempre contigo, anoto en el libro de los muertos semblanzas de tu biografía, y una cascada de lágrimas brotan del cristal de mis ojos. Con ellas cubro el cuadrado de arena que seca la sonrisa del aire. Nada cambia. La noche se hace día, entre mis manos. Relato solidario con la Asociación  Cinco palabras

MÍRAME

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  Las sobras de la Última Cena dáselas a los pobres P. Casariego Córdoba   Vengo a ti, a ti, que consigues que lo poco crezca para compartir la nada con nosotros y alimentas al que tiene hambre y calmas la sed del mundo.   Vengo a ti, buscando un cielo que invada mi infierno y lo purifique con el pico de una jarra de agua bendita, que anuncia la metamorfosis de las orugas con sangre negra en sus alas.   Mírame, estoy aquí, me entrego a la huella de tu boca, herida abierta en los mil cristales de tu saliva.   Eres el único verde en el desierto de mis días, oasis de agua en la sequedad de mis noches. Soy el dolor que necesita de tu medicina porque mi mirada solo es sierva de tu luz.   Y tú, solo me entregas un cheque, firmado en falso.